sábado, 3 de agosto de 2013

La historia de Adán y Eva

Todo comenzó cuando Dios creó el paraíso: El jardín del Edén. Y creó al hombre a partir de polvo y vio que era bueno. El Jardín era perfecto: estaba formado con todo aquello con lo cual el hombre viviría: árboles, animales, alimento suficiente para abastecerse, nada le faltaría.

En medio del Edén plantó Dios el Árbol de la Ciencia, el del Bien y el Mal. El hombre, Adán, podía comer
de todos los árboles y plantas que deseara excepto de aquel, pues era pecado y estaba prohibido.

Un día vio Dios que el hombre estaba triste y pensó que sería bueno darle compañía. Así que a partir de una de sus costillas creó a la mujer, a la que llamó Eva. Ambos se miraron, desnudos, y aun así no sentían vergüenza porque no eran conscientes de la desnudez.

La serpiente, celosa del poder de creación de Dios, decidió destruir toda aquella felicidad que emanaba del paraíso. Un día se acercó a Eva cuando ésta estaba sola y la tentó para que comiera del árbol de la Ciencia, alegando que le daría tanto poder como Dios.

Ella cogió una manzana y la probó y vio que su sabor era delicioso, nada comparado con todo cuanto había comido hasta el momento. Y así que instó a Adán para que comiera de ella y, aunque al principio regañó a  la mujer, al final fue convencido y la probó también.

En cuanto terminaron de comer la manzana sintieron su desnudez y se avergonzaron.

Llegó Dios al Jardín y ellos se escondieron. Entonces Dios comprendió que habían pecado comiendo del Árbol de la Ciencia y enfureció. Cuando Adán lo admitió Dios los echó del paraíso, prohibiéndoles la entrada para siempre.






Fuente: "memoria prodigiosa" de María Moreno Alfaro (@desastrosamaria)

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