Las niñas kumari, que lucen vestidos y abalorios llenos de color, se consideran sagradas y, por ello, son reverenciadas por los hindúes y los budistas de Nepal. Se dice que las kumari son la reencarnación de la diosa Taleju y que tienen poderes de protección frente a los demonios. Las niñas son seleccionadas cuando tienen 5 años y viven confinadas en un palacio en el que reciben la visita de miles de devotos. Su vida como diosas es breve, ya que, al empezar a menstruar, pierden la condición divina.
Fuente: Revista Pronto.
Crédito imagen: buddhachannel.tv
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