Si piensas que eres el único que a veces se obsesiona con la muerte, te equivocas. Todo el mundo lo piensa alguna vez a lo largo de su vida. La muerte nos afecta a todos, antes o después, de una forma u otra, y es normal pensar en cómo será o cuando. La mejor filosofía para llevar sin problemas estos pensamientos es imaginarnos que moriremos mientras dormimos siendo ancianos, de forma natural. Desgraciadamente no es así y de ahí nuestra obsesión. Una vez alguien me dijo que si las personas supiéramos cuando vamos a fallecer nos volveríamos locos, así que lo mejor es no pensar en ello. Puede parecer una tontería pero tal vez este miedo se deba a falta de ocupaciones. Cuando no estás ocupado haciendo algo y manteniendo la mente en funcionamiento es fácil que tus pensamientos vayan de un lado a otro sin cesar y acabes con este tipo de obsesión. Mantén la mente ocupada: sal de fiesta, con tus amigos, ve la televisión, una película en el cine, sal por ahí a cenar, ten algún hobby.... pero sobretodo, piensa que no eres un bicho raro.
Artículo: de mi invención. María Moreno Alfaro.
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