miércoles, 25 de febrero de 2015

Cuento reflexivo: El manzano

Hace muchos años, había un manzano y un niño que lo adoraba y pasaba todos los días jugando alrededor de él. El pequeño creció y nunca jamás volvió a ser su compañero de juegos. Un día regresó ya hecho un muchacho y el árbol le dijo: "¿Juegas conmigo?". Pero éste le respondió: "Ya no soy el niño de antes, lo que ahora quiero son juguetes y no tengo dinero para comprarlos". "Te sugiero que cojas todas mis manzanas y las vendas", le contestó el árbol. Pero, tras hacer esto, se marchó dejándolo solo otra vez.

Transcurrieron unos años y el muchacho volvió hecho un hombre. "¿Vienes a jugar conmigo?", le preguntó el manzano. "No tengo tiempo. He de trabajar para mantener a mi familia. Necesito una casa. ¿Puedes ayudarme?". Y éste le respondió: "Coge mi madera y constrúyela". Y así lo hizo.

Pasaron muchísimos años sin que el manzano supiera nada de él. Un día se acercó un anciano a él, éra su amigo. Él árbol le dijo: "Ya no me queda nada para ofrecerte, pero puedes apoyarte en mi seco tronco para descansar".

Ésta podría ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres, que a lo largo de la vida nos lo dan todo sin pedir nada a cambio.



Fuente: Revista Pronto.

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