Capítulo 3 y final: Narrado por Kristen.
Allí estaba Kevin.
Mi corazón dio un vuelco inesperado. Me había prometido que no le perdonaría, pero si había dejado a Liberty por mí, estaría más que de sobra encantada por olvidarme de sus errores. Nos abrazamos por la alegría del momento y él me miró, esperanzado. Le confesó que siempre había estado enamorado de mí, que había sido une estúpido. Mi corazón se hinchó de felicidad ante aquella noticia, pero intuí que algo había pasado. Se le veía en las facciones de su rostro.
domingo, 30 de noviembre de 2014
sábado, 29 de noviembre de 2014
¿Quién eres en realidad?
Me miro en el espejo y no sé quien soy. Me miro, sé que esa chica tengo que ser yo, pero tengo la sensación de no conocerla en realidad. Aun así, sigo viendo a la misma chica torpe, tonta y estúpida. A la misma chica idiota de siempre, la que no vale para nada. La misma ilusa que piensa que ha cambiado a bien y que la gente la aceptará, pero yo pienso que la cosa ha ido a peor. Si no sigo siendo la misma idiota, soy más todavía.
La gente me acepta, ¿no? O eso al menos es lo que parece. A veces pienso que no es así. ¿De qué me sirve que la gente me diga que me quiere cuando yo misma no me reconozco como tal? Nada cambiará. No importa lo que pase, siempre seré la misma. En el fondo.
A veces no sé quien soy. Me miro al espejo y veo a una completa desconocida. No me conozco a mí misma. Ni mis ojos, ni mi boca, ni la forma de mi cara, o de mi pelo, ni mis manos. Si siquiera la ropa que me pongo. No reconozco mi forma de pensar o actuar, los pensamientos que tengo sobre los demás, o mis propios sentimientos. No reconozco a mis amigos ni a mis familiares en realidad. Mi casa me parece extraña, mi habitación una cárcel... ¡con el cariño que le tengo a mi habitación! También me es extraño a veces el entorno en el que vivo.
Mis gustos, mi música, mis pósters pegados a las paredes de mi habitación, mis peluches, mi cama, mi escritorio donde leo miles de aventuras y donde escribo mis propios libros.
eldesastredemaria.deviantart.com
De la invisibilidad a la fama: Capítulo 2
Capítulo 2: Narrado por Kevin.
Me dirigí hacia la sala de grabación, necesitaba estar solo para aclarar mis ideas. Me sentía desolado ante la marcha de Kristen. ¿Cómo íbamos a salvar el grupo sin ella? Entonces me encontré con el pastel: Liberty y Jackson, liándose.
- ¿Qué demonios?
- ¿Kevin? ¡Oh, Dios! Yo...
- No hace falta que me digáis nada. Kristen llevaba razón. ¡No me quieres! No sé como pude estar tan ciego. Y tú, Jackson, no te pienses que me voy a estar callado, pienso decírselo todo a Kristen. Te va a dejar más plantado que un árbol.
Me dirigí hacia la sala de grabación, necesitaba estar solo para aclarar mis ideas. Me sentía desolado ante la marcha de Kristen. ¿Cómo íbamos a salvar el grupo sin ella? Entonces me encontré con el pastel: Liberty y Jackson, liándose.
- ¿Qué demonios?
- ¿Kevin? ¡Oh, Dios! Yo...
- No hace falta que me digáis nada. Kristen llevaba razón. ¡No me quieres! No sé como pude estar tan ciego. Y tú, Jackson, no te pienses que me voy a estar callado, pienso decírselo todo a Kristen. Te va a dejar más plantado que un árbol.
viernes, 28 de noviembre de 2014
De la invisibilidad a la fama: Capítulo 1
CAPÍTULO 1: NARRADO POR KRISTEN
Kevin, Nick y yo llevabámos siendo amigos desde pequeños. Unidos por la pasión de la música, decidimos formar un grupo de rock llamado "Broken Hand" (La Mano Rota). Kevin tocaba la batería y Nick el bajo y ambos me hacían los coros. Yo era la vocalista y me encargaba de la guitarra eléctrica. Al principio, ensayábamos versiones de temas famosos como "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana, "Still Loving You" de Scorpions o "The Final Countdown" de Europe, entre otras.
Nos movimos mucho para tocar en bares y antros de mala muerte hasta que un día nuestra suerte cambió y un productor musical se puso en contacto con nosotros y decidió lanzarnos a la fama a través de sus otros contactos y recursos a cambio, evidentemente, de un beneficio para él.
Yo llevaba saliendo tres años con mi novio Jackson cuando esto sucedió, pero guardaba un gran secreto: llevaba enamorada de Kevin desde el jardín de infacia. Siempre había sido mi mejor amigo, desde pequeños, ya que sus padres y los míos eran también buenos amigos.
Kevin, Nick y yo llevabámos siendo amigos desde pequeños. Unidos por la pasión de la música, decidimos formar un grupo de rock llamado "Broken Hand" (La Mano Rota). Kevin tocaba la batería y Nick el bajo y ambos me hacían los coros. Yo era la vocalista y me encargaba de la guitarra eléctrica. Al principio, ensayábamos versiones de temas famosos como "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana, "Still Loving You" de Scorpions o "The Final Countdown" de Europe, entre otras.
Nos movimos mucho para tocar en bares y antros de mala muerte hasta que un día nuestra suerte cambió y un productor musical se puso en contacto con nosotros y decidió lanzarnos a la fama a través de sus otros contactos y recursos a cambio, evidentemente, de un beneficio para él.
Yo llevaba saliendo tres años con mi novio Jackson cuando esto sucedió, pero guardaba un gran secreto: llevaba enamorada de Kevin desde el jardín de infacia. Siempre había sido mi mejor amigo, desde pequeños, ya que sus padres y los míos eran también buenos amigos.
Preguntas de un escéptico - María Moreno Alfaro
¿Existe Dios?
¿Existe el Demonio?
¿Hay una fuerza sobrenatural que nos controla como marionetas?
¿Es el destino el que escribe nuestra vida en un diario sin hojas y tinta invisible?
¿Acaso es el karma el que decide que nos pasen cosas malas si de la misma manera hemos actuado nosotros?
¿O sólo nuestros actos mediante impulsos, sentimientos y pensamientos son aquellos que nos ayudan a ser dueños absolutos de nuestra vida?
jueves, 27 de noviembre de 2014
Cuento reflexivo: El mendigo y el rey
Texto: inspirado en un cuento de la revista Pronto.
De la invisibilidad a la fama: Introducción
INTRO: 15 AÑOS ATRÁS.
Era un hermoso prado de colores intensos, que resplandecía al contacto con los rayos del sol. Entre el denso follaje y la maleza, pequeños animales se escondían y jugueteaban unos con otros. Los insectos disponían de una gran variedad de flores silvestres de vivos colores sobre las cuales posarse. El cielo se pintaba de color azul y el enorme y poderoso sol reinaba en él. A lo lejos se oían unas risas de diversión y felicidad. Dos niños pequeños corrían alegres por el prado. La niña tenía el ondulado pelo castaño oscuro y un gracioso flequillo recto. Sus ojos, los cuales tenían un brillo especial, tal vez a causa de la emoción o del enamoramiento, eran de color verde. Vestía un jersey fino de cuello vuelto de rosa claro y unos pantalones de pana azul. El niño también reía de felicidad y el brillo de sus ojos marrones era el mismo que el de ella. Su cabello era dorado como el sol. Vestía una sudadera roja con capucha y unos pantalones vaqueros.
Era un hermoso prado de colores intensos, que resplandecía al contacto con los rayos del sol. Entre el denso follaje y la maleza, pequeños animales se escondían y jugueteaban unos con otros. Los insectos disponían de una gran variedad de flores silvestres de vivos colores sobre las cuales posarse. El cielo se pintaba de color azul y el enorme y poderoso sol reinaba en él. A lo lejos se oían unas risas de diversión y felicidad. Dos niños pequeños corrían alegres por el prado. La niña tenía el ondulado pelo castaño oscuro y un gracioso flequillo recto. Sus ojos, los cuales tenían un brillo especial, tal vez a causa de la emoción o del enamoramiento, eran de color verde. Vestía un jersey fino de cuello vuelto de rosa claro y unos pantalones de pana azul. El niño también reía de felicidad y el brillo de sus ojos marrones era el mismo que el de ella. Su cabello era dorado como el sol. Vestía una sudadera roja con capucha y unos pantalones vaqueros.
Lejana paz - María Moreno Alfaro
Reflejada en la estructura de metal de la lámpara que pende de su techo. La cama se le hace grande, se ve sumida en la tristeza. Le duele el pecho, tiene el cuerpo revuelto, le escuecen los ojos... hay alerta de lágrimas. Se siente impotente, se siente inútil. No sabe qué hacer con ese desagradable sentimiento ni cómo hacer que desaparezca. Intenta reencontrarse con la paz que un día tuvo, pero la ve demasiado lejana...tanto, que apenas la recuerda.
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miércoles, 26 de noviembre de 2014
El ángel que se fue antes de tiempo
Sin duda, él era un ángel. No tenía alas. No tenía un halo de luz sobre su cabeza. No iba vestido siempre de blanco ni podía volar. Pero era un ángel. Con sus cosas buenas y sus cosas malas. Con sus defectos y sus virtudes. Porque nadie es perfecto. Era amigable, era divertido, simpático, generoso...pero también era reservado, egoísta y extremadamente orgulloso. Aun así, era un ángel que se fue demasiado pronto. Nunca llegamos a valorar realmente lo que tenemos hasta que lo perdemos. Cuando lo tenemos, realmente lo agradecemos, pero damos por hecho que siempre estará ahí y que no se irá nunca de nuestro lado. Era un ángel. Se fue para siempre. Puede que nadie vuelva a verlo jamás. Tal vez Dios si sepa dónde está. Quizás, alguien le hace compañía. Otro ángel. Sin duda fue un ángel. Debería seguir siéndolo, no habiendo perdido su esencia. Contra todo pronóstico y sin pruebas concluyentes, pienso que sigue estando en algún sitio. En un lugar reservado especialmente para él.
martes, 25 de noviembre de 2014
Rompiendo Barreras - María Moreno (PDF)
Ésta es una historia ajena a todas aquellas que son típicas de hadas y finales felices, en las que el príncipe y la princesa son comprometidos en matrimonio, se enamoran a simple vista y son felices para siempre.
En este relato, el príncipe no es todo lo encantador que cabe esperar de un miembro de la realeza, lo que hace que la joven princesa se enamore de un guerrero comprometido con las injusticias de las guerras entre las bandas criminales y el pueblo.
Pero, sobretodo, ambos lucharán para conseguir que su amor imposible no sea en vano y pueda dar su fruto.
Pulsa en "Más información" para ver los dos link disponibles. Tanto para leer online o descargarlo.
El ángel del Mundo Oscuro - María Moreno (PDF)
EL ÁNGEL DEL MUNDO OSCURO
¿Quién eres sin tus recuerdos?
(María Moreno Alfaro)
Después de ocho meses desaparecido, Óscar reaparece de nuevo en el mundo. Sin embargo, ha aparecido sin los recuerdos pertenecientes a esos meses de incertidumbre. Desconoce qué hizo en ese tiempo ni dónde estuvo. Sólo posee una pequeña pista material: una cadena de oro con una descripción escalofriante, amenazándole con volver a por él. Esa frase le marcará durante años hasta que, un día, por fin, se adentra en una aventura para descubrir la verdad.
Está disponible en Amazon y Google Play.
Os dejo el link para que podáis leerlo completamente gratis online o descargarlo:
¿Quién eres sin tus recuerdos?
(María Moreno Alfaro)
Después de ocho meses desaparecido, Óscar reaparece de nuevo en el mundo. Sin embargo, ha aparecido sin los recuerdos pertenecientes a esos meses de incertidumbre. Desconoce qué hizo en ese tiempo ni dónde estuvo. Sólo posee una pequeña pista material: una cadena de oro con una descripción escalofriante, amenazándole con volver a por él. Esa frase le marcará durante años hasta que, un día, por fin, se adentra en una aventura para descubrir la verdad.
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Cartas - María Moreno Alfaro
CARTA I
Sólo tú ocupabas mis pensamientos. No podía permanecer en casa y me veía obligado a coger la
moto que mi tío me había regalado y me largaba a la ciudad o a las afueras del pueblo con la esperanza de tranquilizarme o, en caso de enfadarme desquiciadamente, no hacerle daño a nadie. No me atrevía a contactar contigo de ninguna manera.
CARTA II
Decidí arriesgar mi vida por permanecer junto a ti y una noche te busqué con la intención de hablar. Sabía que, después de lo que había hecho, tenía todo el as de perder. De que te hubiera buscado en vano, pues tú te negases a verme. Os vi a todos. A todo el grupo de amigos. Tú ibas la última, apartada del grupo. Cuando te diste la vuelta y me viste justo detrás de ti tu rostro se desfiguró en una milésima de segundo. Me gritaste, pidiéndome explicaciones. Y la verdad es que no te culpo, me lo merecía. No me lo perdoné en aquel momento ni me lo he perdonado todavía cuando rompiste a llorar y tiraste el paraguas al suelo. Cuando me percaté de que todos nos miraban les hice señas para que se fueran: no los quería como espectadores. Estabas furiosa cuando te llevé al callejón para que nadie nos viera discutir. Yo no encontraba unas palabras más allá de "Lo siento" y no daba crédito a lo que oía cuando me preguntaste si todo aquello era culpa tuya. ¡Culpa tuya! ¡Qué idiotez! No sabía del todo bien si me creías cuando te prometí que te amaba, pero cuando me pediste que fuera tu novio fue maravilloso, y todavía fue mejor cuando nuestros labios se unieron, cuando se produjo el beso más apasionado jamás dado en la historia. Todavía hoy, aun estando lejos de ti, siento tu dulzura en mis labios.
Sólo tú ocupabas mis pensamientos. No podía permanecer en casa y me veía obligado a coger la
moto que mi tío me había regalado y me largaba a la ciudad o a las afueras del pueblo con la esperanza de tranquilizarme o, en caso de enfadarme desquiciadamente, no hacerle daño a nadie. No me atrevía a contactar contigo de ninguna manera.
CARTA II
Decidí arriesgar mi vida por permanecer junto a ti y una noche te busqué con la intención de hablar. Sabía que, después de lo que había hecho, tenía todo el as de perder. De que te hubiera buscado en vano, pues tú te negases a verme. Os vi a todos. A todo el grupo de amigos. Tú ibas la última, apartada del grupo. Cuando te diste la vuelta y me viste justo detrás de ti tu rostro se desfiguró en una milésima de segundo. Me gritaste, pidiéndome explicaciones. Y la verdad es que no te culpo, me lo merecía. No me lo perdoné en aquel momento ni me lo he perdonado todavía cuando rompiste a llorar y tiraste el paraguas al suelo. Cuando me percaté de que todos nos miraban les hice señas para que se fueran: no los quería como espectadores. Estabas furiosa cuando te llevé al callejón para que nadie nos viera discutir. Yo no encontraba unas palabras más allá de "Lo siento" y no daba crédito a lo que oía cuando me preguntaste si todo aquello era culpa tuya. ¡Culpa tuya! ¡Qué idiotez! No sabía del todo bien si me creías cuando te prometí que te amaba, pero cuando me pediste que fuera tu novio fue maravilloso, y todavía fue mejor cuando nuestros labios se unieron, cuando se produjo el beso más apasionado jamás dado en la historia. Todavía hoy, aun estando lejos de ti, siento tu dulzura en mis labios.
Cuento reflexivo: El saludo de cada día
Un hombre que trabajaba en una fábrica empaquetadora de carne entró, cumplido ya el horario de su jornada laboral, en una cámara frigorífica para terminar de inspeccionar un par de cosas antes de irse a casa. Cuando quiso salir, se dio cuenta de que se había quedado encerrado y no podía salir.
Aunque gritó pidiendo auxilio nadie le escuchó, ya que todo el mundo se había ido a su casa. Además, el grosor de la puerta era tal que aunque hubiera habido alguien, no le habrían escuchado. Llevaba ya cinco horas atrapado y estaba a punto de congelarse cuando la puerta, milagrosamente, se abrió y vio al vigilante de seguridad de la fábrica.
Cuando al guarda le preguntaron cómo se le había ocurrido buscar allí al empleado y cómo se había dado cuenta de que un hombre faltaba por irse, respondió:
Aunque gritó pidiendo auxilio nadie le escuchó, ya que todo el mundo se había ido a su casa. Además, el grosor de la puerta era tal que aunque hubiera habido alguien, no le habrían escuchado. Llevaba ya cinco horas atrapado y estaba a punto de congelarse cuando la puerta, milagrosamente, se abrió y vio al vigilante de seguridad de la fábrica.
Cuando al guarda le preguntaron cómo se le había ocurrido buscar allí al empleado y cómo se había dado cuenta de que un hombre faltaba por irse, respondió:
lunes, 24 de noviembre de 2014
Varios textos y frases - María Moreno
BURBUJA
Ves en las noticias todas esas calamidades y catástrofes. Como a ti nunca te pasa nada crees que estás a salvo en tu burbuja de protección... pero puede ser que un día esa burbuja se rompa y no pueda volver a recomponerse.
UNA OVEJA, DOS OVEJAS
No tienes sueño. Y te piensas que te dormirás aplicando el método más antiguo que existe pero que nunca funciona: contar ovejas. Una oveja, dos ovejas, tres ovejas, cuatro ovejas... y no te duermes. ¿Y por qué? Porque tu mente está trabajando para contar números y visualizar como, una a una, las ovejas van saltando la valla que hay en medio de esa pradera verde.
Estaba atardeciendo - María Moreno Alfaro
Estaba atardeciendo. La luna ya se veía en todo su esplendor a pesar de que el cielo todavía no se había teñido de oscuro por completo. Desde lo alto del balcón de piedra en el que me encontraba, a medio camino de éste, se veía el horizonte, poblado de kilómetros y kilómetros de espesa vegetación. Diferentes tonalidades de colores verdes, marrones y negros. El extenso cielo parecía un lienzo recién pintado. En su mayor extensión predominaba el azul cyan. Y con este hermoso color coexistían y se mezclaban otros tonos cálidos como el rosa claro el blanco. al otro lado del horizonte el azul cyan y el amarillo se pelen por conquistar el máximo terreno posible del cielo. Desde el pedregoso balcón del mirador se veía todo el pueblo, en toda su expansión, bañado por el cálido y bello color del cielo al atardecer. Las casas, el polideportivo, la Iglesia, el campanario y un caminito de piedra protegido por una valla de madera.
Yo en el espejo - María Moreno
Camino hacia el espejo. Tengo miedo por lo que me pueda encontrar. He visto mi reflejo mil veces y me da la sensación de ser una desconocida. No reconozco mi rostro, ni mis ojos, mi boca ni mi nariz. Me toco la cara con mis delgados dedos, como si tocara algo con precaución, como si se pudiera romper o deformar fácilmente. Repito mi nombre muchas veces y lo escucho como si fuera extraño.
María, María, María, María, María, María...
Miro mi cuerpo, mi ropa, pienso en mi forma de caminar. Hablo. Mi voz resulta extraña, como si fuera la primera vez que la escucho. Pienso en mi familia, mis padres, mi hermano, sus nombres, su hablar, todo es tan extraño. Cuando veo una foto mía sé que soy yo, pero si me fijo detenidamente y la observo con atención me da la impresión de no saber quién es.
¿Nunca te has parado a pensar quién eres en realidad?
María, María, María, María, María, María...
Miro mi cuerpo, mi ropa, pienso en mi forma de caminar. Hablo. Mi voz resulta extraña, como si fuera la primera vez que la escucho. Pienso en mi familia, mis padres, mi hermano, sus nombres, su hablar, todo es tan extraño. Cuando veo una foto mía sé que soy yo, pero si me fijo detenidamente y la observo con atención me da la impresión de no saber quién es.
¿Nunca te has parado a pensar quién eres en realidad?
Funny: Una carta de ultimátum por un basto comportamiento
Nota antes de empezar a leer: no tomar en serio. Nada tiene que ver con el resto de textos y poemas que os iré poniendo a lo largo de los próximos días.
Cariño, vida mía, sabes que te quiero mucho, pero hay un par de cositas que deberías cambiar de ti:
1 - Que me digas que soy "más bonica que un camión recién pintado" (no es nada romántico).
2 - Que te sigas subiendo a los árboles para intentar impresionarme (no funciona).
Cariño, vida mía, sabes que te quiero mucho, pero hay un par de cositas que deberías cambiar de ti:
1 - Que me digas que soy "más bonica que un camión recién pintado" (no es nada romántico).
2 - Que te sigas subiendo a los árboles para intentar impresionarme (no funciona).
Las joyas malditas - María Moreno Alfaro
La impresión que aquel tipo dio a Elisa era de todo menos buena.
Bigote idéntico al de Hitler, ojos oscuros con profundas ojeras y una enorme gabardina que ocultaba su enorme corpachón. Los bolsillos de la misma estaban completamente abultados, rebosantes de algo que Elisa no podía ver. No supo que fue lo que la impulsó a seguirle, pero lo hizo, hasta que él entró en una pequeña cafetería. Pidió un humeante café con espuma, que se bebió en un periquete. Ella, tras él, pidió lo mismo, sin quitarle los ojos de encima. Algo había en él que no le inspiraba una mínima confianza.
Sospechaba de él. Y mucho.
domingo, 23 de noviembre de 2014
Cuento-chiste del Hijo del Cura
Chiste de tiempos antiguos de nuestros abuelos
#ChascarrillosdelaAbuela
Esto era un cura que iba a la ciudad a hacerse unos análisis al médico. Como antes no había coches ni ningún tipo de vehículo, se iba andando. Se le hizo de noche y paró en una posada. Le dieron ganas de mear y cogió una botella vacía. Pero después de desahogarse, se le cayó la botella y cogió sin querer otra botella que era de una mujer que estaba embarazada.
Al día siguiente entregó la botella de orina al médico y después de los análisis, que le dicen que está embarazado.
-¿Cómo ha podido suceder? ¿Cómo me quito yo esto?
Cuando está en la Iglesia, una mujer va a confesarse. Entonces él le pregunta:
- ¿Qué hizo Usted para abortar? - preguntó el cura.
- Me caí escaleras abajo y al llegar al final, aborté - le contestó ella.
Cuando llegó a su casa se tiró escaleras abajo. Pero nada. No abortó. Fue otra mujer a confesarse otro día.
- ¿Qué hizo Usted para abortar? - preguntó él.
- Me metí en una bañera con agua fría y hasta que no aborté, no salí.
Se tiró el cura todo el santo día en la bañera. Y nada. No abortó. Una mujer maliciosa y con ganas de guerra fue a la Iglesia con la excusa de confesarse, pero para jugarle una buena jugarreta al cura.
- Si quiere Usted, yo soy la partera y yo se lo saco en mi casa.
- De acuerdo, entonces me preparo y esta noche voy a tu casa.
#ChascarrillosdelaAbuela
Esto era un cura que iba a la ciudad a hacerse unos análisis al médico. Como antes no había coches ni ningún tipo de vehículo, se iba andando. Se le hizo de noche y paró en una posada. Le dieron ganas de mear y cogió una botella vacía. Pero después de desahogarse, se le cayó la botella y cogió sin querer otra botella que era de una mujer que estaba embarazada.
Al día siguiente entregó la botella de orina al médico y después de los análisis, que le dicen que está embarazado.
-¿Cómo ha podido suceder? ¿Cómo me quito yo esto?
Cuando está en la Iglesia, una mujer va a confesarse. Entonces él le pregunta:
- ¿Qué hizo Usted para abortar? - preguntó el cura.
- Me caí escaleras abajo y al llegar al final, aborté - le contestó ella.
Cuando llegó a su casa se tiró escaleras abajo. Pero nada. No abortó. Fue otra mujer a confesarse otro día.
- ¿Qué hizo Usted para abortar? - preguntó él.
- Me metí en una bañera con agua fría y hasta que no aborté, no salí.
Se tiró el cura todo el santo día en la bañera. Y nada. No abortó. Una mujer maliciosa y con ganas de guerra fue a la Iglesia con la excusa de confesarse, pero para jugarle una buena jugarreta al cura.
- Si quiere Usted, yo soy la partera y yo se lo saco en mi casa.
- De acuerdo, entonces me preparo y esta noche voy a tu casa.
Canción para el juego del escondite
Canción: La Tarara
Graffiti de Torrevieja |
Tiene la tarara un higo en el culo
acudid muchachos que ya está maduro.
La tara si, la tarara no.......
Tiene la tarara una camiseta,
que de puro fina, se le ven las tetas.
La tara si, la tarara no.......
Tiene la Tarara un vestido blanco,
que solo se pone en el Jueves Santo.
La tara si, la tarara no.......
Tiene la tarara unos pantalones,
que de arriba abajo, todo son botones.
La tara si, la tarara no,
la tarara, madre, que la bailo yo.
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